Transformación
La ciudad está evolucionando silenciosa y firmemente para convertirse en una verdadera capital europea, y el estilo de arquitectura adoptado en su desarrollo desde los años 1990 es evidencia de ello. El puente Millenium y Hristovog Vaskrsenja, una moderna iglesia ortodoxa cuya construcción comenzó en 1993, domina el paisaje de Podgorica.
El puente Millenium se encuentra a 15 minutos a pie de la estación central de trenes, y Hristovog Vaskrsenja a 25 minutos de allí.
Vistas de la ciudad cultural
La mayor parte de la arquitectura otomana y posterior de Podgorica fue destruida por los bombardeos nazis y aliados durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, en Stara Varoš (la ciudad antigua), la vieja torre reloj otomana sigue en pie, y encontrará otros rastros de la arquitectura otomana. El Museo de la Ciudad detalla la intensa historia de Montenegro en una recorrida por cuatro habitaciones: la histórica, la arqueológica, la etnográfica y la histórico-cultural. Los artefactos exhibidos se remontan hasta los períodos romano e iliriano. Otra atracción para tener en cuenta es el Castillo del Rey Nicolas con el parque que lo rodea, que fue convertido en galería de arte y exhibe más de 1500 obras para disfrutar.
La estación de trenes de Podgorica está ubicada cerca del centro de la ciudad, se puede recorrer la ciudad a pie desde allí.
Base central
La ciudad es también una base desde la cual partir hacia las pistas de esquí de Montenegro en invierno y la costa del Adriático durante épocas más cálidas. Si bien no compite con las grandes ciudades europeas, vale la pena recorrer Podgorica para comprender en profundidad la cultura del país, especialmente dado que casi un tercio de su población vive allí.
Hay trenes con frecuencia a Bar y Sutomore en la costa.